Meditación vipassana - 14. Libertad de meditación y de opinión.

La Fundación Vipassana [1] tiene unas páginas web excelentes y un avanzado sistema informático para tramitar la inscripción y el expediente de cada persona (solicitante o antiguo alumno de los cursos). Han creado apps para Android e iOS [2] ;e incluso cuentan con un sistema para facilitar que los alumnos de un curso puedan compartir coche. Pero no han creado un espacio para que los alumnos puedan exponer sus opiniones sobre los cursos, ni hay foros para consultar dudas sobre la meditación, ni formas de montar una quedada, ni tampoco hay otras vías donde los alumnos se puedan expresarse y dialogar libremente. Las páginas web de la Fundación ni siquiera admiten comentarios.

Yo diría que esos espacios no existen porque la organización prefiere que la información solo fluya en el sentido descendente que ellos controlan. Les incomodaría tener un espacio de comunicación abierta y horizontal en el que podrían colarse opiniones inadecuadas, sugerencias que no quieren atender, quejas, o las temibles “argumentaciones intelectuales”.

En el sitio web de vipassana hay una página titulada “Mini Anapana - Una sesión de introducción a la Meditación Anapana por S.N. Goenka[3] donde se ofrece un vídeo y un audio para que cualquiera pueda iniciarse en la meditación Anapana, que es la parte previa o inicial de la meditación Vipassana.

Siempre me ha parecido que la meditación es una de las técnicas que más eficazmente se podrían enseñar a través de YouTube o en podcast. En el curso de Vipassana se nos dan casi todas las instrucciones y enseñanzas en por medio de grabaciones de audio. Fácilmente se podrían ponen esas mismas grabaciones en la página de Internet a disposición de cualquiera que quiera escucharlas, para que todo el mundo pudiera aprender meditación vipassana, incluso los que no pueden asistir a un curso porque su vida no les permite irse a un retiro de 10 días. Creo que no se hace por dos motivos.

El primero es algo que ya he comentado: la meditación Vipassana solo funciona bien (para casi todo el mundo) cuando se medita en las circunstancias del retiro, donde nos volcamos con la máxima intensidad, con el mínimo de distracciones y en compañía de otros alumnos cuya presencia ejerce presión sobre cada uno. Lo he comentado ampliamente en otro capítulo titulado Experiencia vs aprendizaje.

El segundo motivo es que Goenka no solo estableció una corriente de meditación; creó una organización muy jerarquizada, vertical, poco flexible y cerrada. Esta organización tiene cosas fantásticas como el hecho de que los alumnos antiguos sean los que dan soporte (voluntariado) y financiación para que los alumnos puedan acceder a los cursos gratuitamente y sin preocuparse de la intendencia. En el lado menos positivo están otros detalles como unos métodos de enseñanza muy rígidos, unas actitudes fanáticas o el exceso de apego a la tradición.

Por otro lado, la organización (en España, la Fundación Vipassana [4] ) tiene controladas a todas las personas que usan este tipo de meditación, cosa que no podrían hacer si los audios estuvieran en Internet accesibles a cualquiera. Los antiguos alumnos constituyen el músculo de la Fundación. La organización les da acceso a ciertos cursos especiales, a asistir como servidores-voluntarios en los cursos, o a promocionarse para conseguir un puesto en la dirección de la Fundación; todo lo cual está muy bien.

Cartel indicando que está reservado el derecho de admisión y de permanencia

Pero pagan un precio porque esa organización rígida y vertical tiene potestad para “excomulgar” de por vida a cualquier alumno que sea considerado “rebelde” o se salga de las directrices. No es algo que deba sorprendernos. Multitud de organizaciones sociales y entidades funcionan de esta forma, no admitiendo críticas u opiniones divergentes de sus propios miembros. Solo por citar un ejemplo, los partidos políticos suelen funcionar así. En este caso puede ocurrir que los alumnos o miembros de la Fundación se cohíban de expresar opiniones críticas, por miedo a ser rechazados.

A esto se añade la posible falta de transparencia. Se puede aplicar una sanción de este tipo sin siquiera comunicarlo al interesado. Basta que las posteriores solicitudes del alumno sean ignoradas , y tampoco tienen obligación de comunicar eso al solicitante. No es algo inusual: seguramente has oído hablar del “silencio administrativo” y de comportamientos similares en otras organizaciones. Sin ir más lejos, en estas páginas web se aplica el mismo criterio a los comentarios que realizan los internautas: Antonio se reserva el derecho de admisión a los comentarios inadecuados, según su criterio.

En el caso de la Fundación Vipassana, me pica la curiosidad sobre el número de alumnos que han sido calificados como “persona non grata” por haber manifestado opiniones divergentes o porque el alumno fue invitado a tener una charla con el maestro y no aceptó, etc.



Fin de este capítulo 14. Libertad de meditación y de opinión, publicado el 25-01-2020.

Secuencialmente, puedes continuar por 15. Conclusiones.
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Notas:

[1] Todo lo que explico se refiere a la Fundación Privada Vipassana España, a su técnica de meditación y a los curos realizados por esa organización; nada se refiere a otras técnicas de meditación que también puedan utilizar el nombre genérico de “meditación vipassana”.

[2] Fundación Privada Vipassana: Dhamma.org Mobile App https://www.dhamma.org/es/about/mobile-app

[3] Mini Anapana - Una sesión de introducción a la Meditación Anapana por S.N. Goenka https://www.dhamma.org/es/about/mini_anapana

[4] Fundación Privada Vipassana: Fundación Privada Vipassana https://es.dhamma.org/es/fundacion-vipassana/

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