Meditación vipassana - 2. Qué me voy a encontrar en el curso.

Este sistema de meditación [1] se aprende en cursos de 10 días que se realizan en régimen de retiro (internado) en una finca especialmente preparada. Había pensado comenzar con una descripción física del lugar, pero creo que es mejor aclarar primero algunos aspectos sociales (del Código de Disciplina [2]) que aquí solo voy a apuntar brevemente y que en otro apartado comentaré de forma más amplia.
  •          Durante este curso de meditación, los alumnos deben respetar el “noble silencio”. Eso significa que no se puede hablar (ni comunicarse por gestos, miradas o contacto físico) con otras personas y muy específicamente no se puede hablar con otros alumnos.
  •          Durante el curso, los alumnos no deben leer, ni escribir, ni escuchar música u otros entretenimientos. No se permite tener elementos de lectura/escritura, ni teléfonos móviles, ni cámaras de fotos u otros dispositivos de comunicación o de grabación.
  •          Durante el curso, mujeres y hombres están siempre separados. Hay un pabellón de dormitorios femeninos y otro pabellón masculino. Hay zonas de paseo independientes para cada sexo. Hay edificios comunes como el comedor o la sala de meditación, pero también tienen entradas y espacios separados para mujeres y hombres.
  •          Al curso asisten alumnos “nuevos”, que son los que lo aprenden meditación por primera vez. Pero también hay alumnos “antiguos” que son los que repiten porque les gustó la experiencia. Por otro lado, hay servidores” que son alumnos antiguos que ahora actúan como voluntarios para distintas tareas (cocina, administración, asistencia a los alumnos, etc). Entre estos servidores cabe destacar a dos hombres y dos mujeres que hacen labor de “mánager”, resolviendo cualquier problema o duda que tengan los alumnos; también son los que velan para que se mantenga el orden y el respeto a las normas. Como excepción los alumnos sí pueden hablar con los managers de su sexo para abordar esos asuntos, pero siempre en privado, brevemente y en voz baja para no molestar ni perturbar el “noble silencio” de otros. Por último, hay un maestro y una maestra: cada uno se encarga de atender las dudas y necesidades de los alumnos de su sexo en lo relativo a meditación o a otras cuestiones que superen las competencias de los mánager. Todos los días, los maestros reservan un rato para atender dudas y peticiones de los alumnos -a modo de tutoría-, pero éstos deben inscribirse previamente en una lista para ser recibidos.

Dhamma Sacca [3] es el nombre del centro de formación ubicado en una finca de 10 hectáreas que la Fundación Vipassana ha preparado específicamente para este tipo de cursos. Está situada en un entorno natural agradable que favorece la relajación. Hay varios edificios espaciados en la ladera de una colina. La zona norte (a la derecha, en la imagen siguiente) corresponde a las mujeres. La zona sur (a la izquierda) es la que ocupan los hombres. Los distintos edificios se conectan mediante amplios caminos de grava (no aptos para sillas de ruedas, y menos si eres mujer porque hay un tramo de escaleras entre el dormitorio de mujeres y el comedor). Hay zonas amplias para pasear, que llegan hasta la arboleda visible en la parte inferior de la imagen, junto al arroyo. Puedes ver fotos del lugar en la página de Dhamma Sacca y en Google Maps [4] .

Foto aérea de la finca Dhamma Sacca
Foto de Google maps [5] , modificada. Está girada (norte a la derecha) para que la zona más alta de la colina quede en la parte superior de la imagen.

7 Dependencias de los dos maestros, y sala de meditación para los servidores. Esta zona no es accesible a los alumnos.

6 Gran sala de meditación para los alumnos.

5 Pabellón con dormitorios de hombres.

4 Pabellón con dormitorios de mujeres.

3 Comedor.

2 Aparcamiento.

1 Camino agrícola de acceso desde la carretera CL-501, a menos de 1 km.


Los alumnos de cada sexo se alojan en sendos pabellones que tienen habitaciones cuadradas, de unos cuatro metros de lado cada una. En cada habitación hay tres robustas literas de madera; cada litera tiene dos camas, o sea que hay seis camas (numeradas) en cada habitación.

La organización asigna las camas de abajo a las personas de más edad o con menos movilidad, y las superiores para los más jóvenes que tienen mejor agilidad escalando. Algunas de las literas tienen una extensión para colgar prendas mediante perchas, y otras una especie de repisa para poner parte del equipaje, pero ahí no cabe el equipaje de los seis ocupantes por lo que es habitual que algunas maletas y mochilas queden en el suelo junto a las literas.

El alumno encuentra en su cama el colchón, cubrecolchón, almoadón, un edredón y una manta. Cada uno está obligado a llevar sábanas y la funda del almohadón. Quien lo prefiera puede llevar su propia almohada (yo lo hice, no usé la que había allí). En invierno las habitaciones tienen buena temperatura porque reciben aire caliente por una rejilla del techo, procedente de una caldera ubicada al final del pabellón. Encima de cada pabellón hay algunos aparatos de aire acondicionado, pero creo que solo dan aire a las habitaciones de los servidores, y no a las de los alumnos.

En cada habitación hay tres sillas. No hay armarios ni otros muebles: maletas, mochilas y bolsas son dejadas en las sillas, junto a las literas, o debajo de ellas. En cada habitación hay, junto a la puerta, un único interruptor para encender y apagar la luz. También hay un enchufe eléctrico que puedes utilizar para recargar la linterna o enchufar otro dispositivo.

Desde el exterior, el acceso a la habitación se realiza a través de un zaguán o distribuidor. Ese zaguán es el sitio adecuado para dejar el calzado porque a las habitaciones no se debe entrar con los zapatos o botas del exterior. Cada zaguán da paso, por los laterales, a dos habitaciones y por el frente a un aseo que está ubicado entre ellas. En cada aseo de hombres hay tres lavabos, tres cabinas de inodoro (vater), tres cabinas de ducha y también hay tres urinarios de pared. Hay perchas para quien quiera dejar allí la toalla y hay algunos huecos en los que se pueden dejar las bolsas de aseo. Junto a los lavabos hay enchufes eléctricos. El agua de los grifos es potable y tiene buen sabor; creo que procede de un pozo situado tras el pabellón de mujeres.

Cada uno de estos aseos también es compartido con otras dos habitaciones a las que se entra por el lado opuesto del pabellón; o sea que cada aseo corresponde a cuatro habitaciones con un total de 24 alumnos, y ya te puedes imaginar que en algunos momentos puntuales hay saturación y colas.
No hay lavandería, por lo que debes llevar suficiente ropa para los 10 días del curso, pero si lo necesitas puedes lavar alguna prenda a mano en los lavabos; tras los pabellones de dormitorios hay unos tendederos para secar la ropa.

En el zaguan de entrada a las habitaciones también hay un gran vaso de plástico que está rotulado como “reubicador de insectos” porque la asistencia al curso implica el compromiso de no matar a ningún animal. Estando en pleno campo, te puede pasar lo que a mí, que me encontré una araña en la habitación. La acorralé con una mano. La araña huyó hacia el lado opuesto donde la esperaba mi otra mano con el vaso de plástico a modo de trampa. Una vez que tuve la araña en el vaso salí al exterior y solo tuve que apoyar el vaso en el suelo para que se marchase felizmente por el campo. Esto puede ser más complicado para quien tenga fobia a las arañas o insectos; a esas personas les recomiendo que traten de vencer la fobia haciendo un curso de meditación. Y también que no miren la foto siguiente.

Foto de una gran araña sobre una mano

Hay 12 habitaciones para alumnas, y otras 12 para alumnos masculinos; si todas tuviesen seis camas totalizarían 144 plazas para alumnos pero la página web dice que el centro tiene capacidad para 120. En los mismos pabellones hay otras habitaciones que son ocupadas por unos 24 servidores. Y en la parte más alta de la colina están las dependencias del maestro y la maestra.

[Está prevista [6] la futura construcción de otros dos pabellones para los alumnos antiguos, y más adelante otros dos pabellones para los servidores.]

El comedor funciona como un autoservicio, pero sin bandejas: si no te apañas para coger de una vez el plato y los cubiertos y lo demás, pues haces dos viajes. La comida es vegetariana y se prepara allí mismo por los voluntarios de la cocina. La comida y los horarios son un poco raros, pero a mí me parecieron muy llevaderos, nada problemáticos. Si algo te gusta y quieres más puedes repetir, pero la teoría vipassana recomienda dejar siempre un cuarto del estómago sin llenar porque eso es preferible a quedar saciado. Cuando terminas de comer, tú mismo vacías los restos y colocas el plato en la cesta del lavavajillas.

El desayuno se hace a las 06:30; en él puedes tomar -por ejemplo- un cuenco de verduras con muesli y con pipas de girasol, unas rodajas de tomate y un café instantáneo o infusión con rebanadas de pan untadas de margarina y/o mermelada.

La comida es a las 11:00, y puedes encontrar como platos principales: lentejas, alubias, espagueti (con tomate frito) y otras opciones similares.

La merienda a las 17:00; consiste solo en fruta (naranja, pera, plátano, kiwi, manzana, etc).
Desde esta merienda de las 17:00 hasta el desayuno siguiente a las 06:30 se pasan 13 horas y pico sin comer nada, y puede que algunas personas se sientan incómodas por tanto ayuno. A mí me parece que todo el planteamiento nutricional es bastante llevadero, incluyendo la recomendación de no empanzonarse.

Foto de la sala de meditación

Foto (con gran angular) de la sala de meditación, en la que puede verse en primer plano las colchonetas y los cojines preparados para 128 alumnos nuevos que se sientan mirando hacia el fondo. La mitad de la derecha es ocupada por mujeres; la izquierda, por hombres. Al fondo, en el centro, los puestos de la maestra y el maestro, que están elevados del suelo y miran hacia los alumnos. En las esquinas hay otros grupos de colchonetas que usan los alumnos antiguos y algún manager, mirando hacia los maestros.

La sala de meditación también tiene un zaguán o recibidor previo en el que debe dejarse el calzado exterior y los abrigos: lo normal es entrar a la sala en calcetines aunque he visto algunos alumnos sin nada que cubriera la piel de sus pies (en diciembre). La sala está climatizada mediante un pozo canadiense que mantiene una temperatura razonable con un gasto energético mínimo.

El primer día te asignan una colchoneta y esa es la que debes usar durante todo el curso. Es buena idea llevar una manta ligera para cubrir los hombros en caso de notar frío después de un buen rato estando quieto.

Vipassana dice que lo idóneo es meditar sentado en el suelo, en la postura de loto o en otra similar, que te permita tener la espalda recta. Algunas personas llevan su propio banco de meditación [7] . En la entrada de la sala hay más colchonetas, cojines y mantas por si alguien las necesita. Algunos alumnos cogen un segundo y tercer cojín para levantar más el culo y así tratar de evitar la incomodidad y/o el dolor que se va acumulando después de un buen rato sentado en el suelo sin hábito para ello.

Un caso especial es el de quien tiene alguna lesión (por ejemplo, de espalda) por la que no le conviene estar sentado en el suelo. Lo normal es que haya declarado esa lesión cuando tramitase la inscripción en el curso, y es muy probable que al llegar a la sala de meditación no le asignen una colchoneta sino una silla.

Estar sentado en el suelo tanto rato puede llegar a ser doloroso, al menos para algunas personas, pero Vipassana no quiere evitarlo… sino todo lo contrario: ese dolor debe ser asumido como parte de la terapia personal, y es de esperar que algunos días después vaya disminuyendo.

Desde mi punto de vista, este tema de estar sentado en el suelo es lo más duro de todo el curso. Si quieres saber si podrás soportarlo, haz la prueba en tu casa: pon una manta doblada en el suelo; siéntate con la espalda recta. Si te va bien, utiliza un cojín o un banco de meditación. Tampoco se trata de estar inmóvil todo ese tiempo; de vez en cuando puedes moverte un poco o cambiar ligeramente de postura, pero siempre sentado en el suelo y con la espalda recta. ¿Eres capaz de aguantar así una sesión de dos horas? ¿Eres capaz de hacer ocho sesiones que acumulen 11 horas en un día? Yo no, pero otras muchas personas sí pueden. He escrito otra página específica que trata con más profundidad este tema del dolor postural.

A ratos, las meditaciones son silenciosas. Otras veces están acompañadas de instrucciones y explicaciones que casi siempre son grabaciones. La acústica de la sala es buena y se escucha bien. En el curso que yo hice, estas explicaciones se daban primero en inglés y luego en español. Hay cursos en otros idiomas.

Por las tardes, en la misma sala de meditación se escucha una grabación especial. Es una especie de clase teórica en la que se explica lo que se ha aprendido o ejercitado durante ese día. Estas explicaciones también eran primero en inglés y luego en español.

Para que termines de hacerte una idea de cómo será el curso, veamos la rutina diaria. A lo largo de cada jornada escucharemos el sonido del gong varias veces. La primera vez que suena es a las 04:00, para despertarnos. En cada ocasión, el gong suena tres veces, con intervalos de unos 20 segundos aproximadamente. El gong está físicamente situado en el centro de la parcela, y puede ser escuchado desde cualquier zona exterior. Además, el sonido del gong se transmite a altavoces ubicados en el zaguán junto a cada dormitorio; en mi opinión, desde la cama se escucha sobradamente y no deberías necesitar despertador. De todas formas es habitual que uno de los mánagers se pase por las habitaciones para asegurarse de que nadie se haya quedado dormido.

De forma similar, el gong se utiliza para llamar a las sesiones de meditación y también cuando se abre el comedor (tres veces al día). El horario previsto es el siguiente [8] :

04:00
Llamada
04:30-06:30
Meditación en la sala o en la habitación
06:30-08:00
Desayuno y descanso
08:00-09:00
Meditación en grupo en la sala
09:00-11:00
Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor
11:00-12:00
Comida
12:00-13:00
Descanso y entrevistas con el profesor
13:00-14:30
Meditación en la sala o en la habitación
14:30-15:30
Meditación en grupo en la sala
15:30-17:00
Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor
17:00-18:00
Merienda y descanso
18:00-19:00
Meditación en grupo en la sala
19:00-20:15
Charla del maestro en la sala
20:15-21:00
Meditación en grupo en la sala
21:00-21:30
Preguntas en la Sala
21:30
Acostarse. Se apagan las luces

Mirando el cuadro puedes ver algunas cosas interesantes: Hay 8 sesiones diarias de meditación que totalizan 11 horas. Son 4 sesiones de una hora, 2 de hora y media, y otras 2 de dos horas.

Algunas veces hay meditaciones consecutivas. Por ejemplo desde las 13:00 hasta las 17:00 hay tres meditaciones sucesivas. En esos casos, entre una sesión y la siguiente hay unos minutos de descanso que finalizan con otra llamada del gong.

Desde las 21:30 hasta las 04:00 solo hay seis horas y media para dormir. Quizá no necesites más, pero también puedes hacer alguna siesta a las 7:00 o a las 11:30. Algunos alumnos han contado sus dificultades en la primera meditación de la mañana [9] .

Por otro lado, a mí me resultó sorprendente que algunas veces el maestro nos enviase a la habitación para que meditáramos allí. En la sala de meditación hay colchonetas y cojines para sobrellevar el hecho de estar sentado en el suelo. Pero en la habitación no se dispone de esas ayudas. Además, el espacio de una habitación queda muy escaso si los seis inquilinos se sentasen a la vez en el suelo. Que yo sepa no hay instrucciones concretas de cómo conviene hacer la meditación en la habitación, y tampoco hay nadie vigilando que te corrija si estás haciendo algo mal.

Por todo ello, seguramente prefieras subirte a la cama, sentado sobre el colchón. En esas condiciones, creo que es inevitable apoyar la espalda en la pared, cosa que teóricamente no se debería hacer. Pero creo que tampoco es muy ortodoxo meditar en una cama porque la blandura del colchón ofrece menos estabilidad que el suelo.

En el horario habrás visto que vas a tener varios ratos libres a lo largo del día. Si te apetece, puedes echarte una siesta porque el gong volverá a despertarte antes de la siguiente meditación. En esos ratos libres también tienes que hacer tus tareas de aseo. Una muy buena opción es hacer un poco de ejercicio, para alternar con tantas horas de sedentarismo. Está prohibido correr, y el único ejercicio razonable es caminar. En la parte inferior de la parcela hay dos arroyos y entre ellos una arboleda muy atractiva. El paisaje es hermoso y el paseo resulta agradable, salvo que esté lloviendo o sea de noche.

Pero incluso aunque llueva, te conviene pasear algún rato, porque te va bien moverte y porque no tienes ningún otro sitio cubierto a donde ir, salvo tu habitación. Recuerda que en la habitación no hay muchas comodidades, no puedes charlar, no puedes usar el teléfono móvil, no puedes leer, y tampoco hay televisión… O sea que probablemente acabes sentado en la cama mirando al vacío. Me parece más terapéutico caminar, aunque sea bajo la lluvia.
Imagen de un niño aburrido y otro bajo la lluvia
 
Por último, te voy a contar algunos detalles del día que te incorporas al curso. Llegas allí a media tarde. El check-in se hace en el comedor, pero las mujeres ya lo hacen por su lado y los hombres por el suyo. Te darán un formulario en papel para que lo rellenes.

Entregas el teléfono móvil y cualquier otro dispositivo similar (ordenador, tablet). Entregas cualquier material de lectura/escritura que tuvieras. Si has llevado coche, entregas también la llave del coche, por si tuvieran que moverlo por cualquier motivo. También entregas la cartera y cualquier otra cosa de valor que lleves, pues las habitaciones no son un sitio seguro para dejar allí las cosas de valor. Lógiamente, todo eso queda custodiado, etiquetado con tu nombre y te lo devuelven cuando te vayas a marchar.

Luego te asignan una habitación y una cama. Llevas tu equipaje a la habitación. Te sugiero que saques las sábanas y hagas la cama cuanto antes. Echa un vistazo al aseo y mira si quieres dejar allí la bolsa de aseo y/o la toalla. Seguramente te quede un buen rato libre mientras tramitan su check-in los últimos rezagados. Mientras tanto, aprovecha para reconocer el entorno y charlar con los compañeros de habitación u otros alumnos porque todavía no ha comenzado el curso y no se aplica la abstinencia comunicativa.

Luego hay una charla en el comedor para explicar en qué consiste el curso y presentar a los respectivos managers. En esta primera charla ya comenzaron dando las explicaciones en inglés y luego en español. A continuación nos pusieron una grabación con más explicaciones, pero ya divididos: los que tenían el inglés como idioma materno se fueron a otra sala para escuchar la grabación en esa lengua, y me sorprendió ver que eran bastantes, quizá como 30 alumnos o más (de ambos sexos). Creo que bastantes de ellos venían de otros países, específicamente para hacer este curso.

Tras estas charlas dan una cena ligera cuya base es un puchero de verduras. Todavía puedes aprovechar para seguir charlando con cualquier compañero que tengas cerca.

Al poco rato después de la cena suena el primer gong. Ahí comienza realmente el curso, y ya no se puede hablar. El curso empieza con una primera meditación en la sala. Luego a dormir. Y al día siguiente ya empiezas en la rutina horaria del cuadro anterior.



Fin de este capítulo 2. Qué me voy a encontrar en el curso, publicado el 25-01-2020.

Secuencialmente, puedes continuar por 3. Consejos para hacer la solicitud.
O bien saltar a otra página:

Notas:

[1] Fundación Privada Vipassana: Introducción a la Técnica y Código de Disciplina https://sacca.dhamma.org/es/referencias/el-codigo-de-disciplina/

[2] Todo lo que explico se refiere a la Fundación Privada Vipassana España, a su técnica de meditación y a los curos realizados por esa organización; nada se refiere a otras técnicas de meditación que también puedan utilizar el nombre genérico de “meditación vipassana”.

[3] Fundación Privada Vipassana: Centro de Meditación Dhamma Sacca https://sacca.dhamma.org/es/

[6] Fundación Privada Vipassana: Web de proyectos https://fpvipassana.org/es/

[7] Ananda Español. Cómo sentarse cómodamente para meditar. Segunda posición, sentados en un banco https://youtu.be/ZnpOulsZ1aw?t=93

[8] Fundación Privada Vipassana: Introducción a la Técnica y Código de Disciplina https://sacca.dhamma.org/es/referencias/el-codigo-de-disciplina/

[9] Alvaro Sánchez: “Las dos primeras horas de meditación (4:30-6:30 am) antes del desayuno para mí eran increíblemente duras: no conseguía centrarme. Estaba más pendiente de no dormirme que de concentrarme en la técnicahttps://genteinvencible.com/vipassana/

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